Borja el escritor (extorsión) Borja fue encomendado por la organización a cometer un atentado en la sede de una editorial especializada en la comercialización de relatos eróticos. Él prefería matar a tiros al participante de un concurso televisivo de realidad espectáculo autor de un libro con gran éxito comercial. El susodicho firmaba con el seudónimo Grande Hermano. El libro en cuestión llevaba por título De cómo vivir una vida en extremo banal y aun así forrarse de pasta. Borja, sin embargo, debía obedecer las órdenes a ejecutar encomendadas por la cúpula de su organización. El  propósito de descerrajar con plomo el cráneo del cretino escritor de pacotilla, el tal Grande Hermano, bien podía ser postergado como un objetivo ulterior. No obstante, y a la espera de cobrarse la sangre del interfecto, Borja decidió por su cuenta extorsionar a la editorial responsable de comercializar el libro mencionado, exigiendo a sus administradores el pago de un impuesto revolucionario, cuya cuantía ascendería al 99,99% de las ganancias generadas por las regalías. Borja, así, iba a demostrar tener la capacidad de un activista entregado dispuesto a ser creativo y a conseguir nuevos recursos con que seguir manteniendo la financiación del terrorismo de extrema narrativa, haciéndose además acreedor de la máxima confianza por parte de la cúpula de su organización. Grande Hermano no pudo forrarse, y acabó muriendo de hambre en una isla donde antes participó en un concurso de supervivientes.         

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