Borja el escritor ( patrística ) Borja se sentó para escribir en su blog. La cúpula de su organización le pedía mayor contundencia en la condena a la narrativa dominante, en especial debía cargar sin miramientos ni condescendencia contra las novelitas escritas por autoras feministas sobre los avatares de mujercitas esforzadas, con arrestos para sobresalir en un mundo dominado por hombres. Borja era muy macho, pero recelaba de meterse con el feminismo precisamente porque no quería perder los atributos físicos de su masculinidad. No obstante, obedeció la orden. Sabía que el buen terrorista de extrema narrativa no es complaciente con las tonterías de las mujeres, mucho menos cuando reivindican una igualdad con los hombres que va contra natura, sobre todo si se trata de escribir, tarea intelectual no al alcance de ellas, seres creados por Dios tan solo para complacer a los hombres y darles hijos. Hijos varones preferentemente, pues así quiso el Altísimo que fuere, mediando el Verbo divino desde que el mundo fuera creado por su masculina omnipotencia.
Borja el escritor (liquidación). Borja se levantó por la mañana pensando en su blog de extrema autoayuda, debía actualizarlo antes de que la cúpula de su organización terrorista comenzara a sospechar. Lo último que deseaba era ser descubierto, parecer débil. Decidió hacer algo osado. Creó una cuenta para generar ingresos publicitarios por los contenidos de su blog. El dinero conseguido lo destinaría a la causa. Hasta entonces el contenido del blog de Borja había sido el previsible en un escritor afamado por escribir libros de autoayuda, ahora utilizaría un lenguaje de tono iracundo, con una semántica cruda, de una acritud sin disimulo de rabia, de
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